“ La educación vial
desde una perspectiva lúdica”
Esta experiencia realizada en las aulas de Educación
Infantil surgió hace algún tiempo ligada al contenido de una de esas
conversaciones mantenidas con los niños y niñas tras el fin de semana
(concretamente en la asamblea del lunes).
Frecuentemente comentamos las actividades que hemos llevado a cabo para
así desarrollar la capacidad de narrar sucesos, aprender a guardar el turno de
palabra, atender, escuchar las ideas de otros/as, etc.
En
esa ocasión hablamos sobre lo divertido que fue montar en bicicleta con la
familia. Yo les pregunté si alguna vez
montaban con sus amigos/as, se manifestaron escasas experiencias por parte de
los niños y niñas. Mi propuesta fue
traer todos y todas las bicicletas un día al colegio. Todo el grupo mostró su encanto con la
idea. Yo les prometí que lo llevaríamos
a cabo en primavera. La elección de esta
época atendía a la seguridad del clima, la proximidad con la unidad de los
medios de transporte, etc. Entretanto
tendríamos que hacer algo y ese algo fue prepararnos para sacar nuestro carnet
de bicicleta. Cuentos, observación de
láminas de señales, videos sobre circulación vial, comentario de normas de
seguridad, paseos para observar el tráfico, las señales, los pasos, etc, la
visita del municipal, etc pueden ser algunas de las actividades previas en las
que detectemos los conocimientos previos, motivemos, realicemos actividades de
desarrollo y profundización hasta la llegada del día esperado.
Esa
mañana hay un pequeño torbellino de mamás, bicicletas y niños/as que confluyen
en el patio. Hemos acotado algunos
espacios para que las bicicletas queden aparcadas por grupos, contamos con la
colaboración de padres y madres que cooperarán a la preparación y desarrollo de
la actividad y contamos con la visita del municipal que viene a hacernos
algunas preguntas sobre lo que hemos aprendido.
Todos y todas estamos nerviosos,
nos espera un día muy diferente.
En asamblea recibimos a nuestro amigo Paco (policía local) que nos habla
de su trabajo y de lo importante que es tener cuidado para que no se produzcan
accidentes. Después nos pregunta algunas
de las señales que hemos trabajado y de las normas y conductas que hemos
aprendido. Pero todo esto es poco si lo
comparamos con el momento de coger la bici.
Los
papás y mamás han preparado un circuito en el patio. Lo han pintado con tiza, han puesto señales
con picas y otros materiales y actúan como peatones. Nuestro municipal detiene el tráfico en
algunos momentos y observa el comportamiento que tenemos conduciendo nuestra
bici. La mayoría conduce con su casco,
guardando distintas normas.
El
final será feliz. Nuestro amigo
municipal nos repartirá un precioso permiso para conducir bicicletas que
podremos colgar del manillar de nuestra bicicleta. Cada año tendremos que renovar este permiso,
mientras estemos en Educación Infantil.
Después quizá recordemos que hubo un momento en nuestra educación en que
dedicamos tiempo y esfuerzo a aprender a desenvolvernos en el mundo.
No lo recuerdo yo así... han pasado ya diez años desde que hicimos por primera vez esta actividad, pero lo que yo recuerdo es, tal y como se hacía antes (yo ahora no trabajaba así, sino por proyectos) una planificación a primeros de septiembre, cuando aún no había ni entrado el alumnado a las aulas. En esta planificación establecíamos las actividades a realizar durante el curso: visita al centro médico, visita a un comercio, talleres de otoño, "día de la mascota", visita a la biblioteca, visita a una granja, el "día de la bicicleta", etc.
ResponderEliminarEran actividades programadas pero motivadoras, o al menos, así sabíamos hacerlas. En concreto ésta de la bicicleta la hacíamos coincidiendo con el tema que habla de la calle, invitábamos a un policía local para que nos mostrara su uniforme y nos hablase de las señales de tráfico y normas de circulación, mostrábamos bits, narrábamos los "rotacuentos gigantes" que nos envió la DGT, y al final del día se hacía el circuito en bici que las familias habían pintado en el patio.
Todo muy motivador.