lunes, 17 de noviembre de 2014

LA EDUCACIÓN VIAL

“ La educación vial desde una perspectiva lúdica”



            Esta experiencia realizada en las aulas de Educación Infantil surgió hace algún tiempo ligada al contenido de una de esas conversaciones mantenidas con los niños y niñas tras el fin de semana (concretamente en la asamblea del lunes).  Frecuentemente comentamos las actividades que hemos llevado a cabo para así desarrollar la capacidad de narrar sucesos, aprender a guardar el turno de palabra, atender, escuchar las ideas de otros/as, etc.

            En esa ocasión hablamos sobre lo divertido que fue montar en bicicleta con la familia.  Yo les pregunté si alguna vez montaban con sus amigos/as, se manifestaron escasas experiencias por parte de los niños y niñas.  Mi propuesta fue traer todos y todas las bicicletas un día al colegio.  Todo el grupo mostró su encanto con la idea.  Yo les prometí que lo llevaríamos a cabo en primavera.  La elección de esta época atendía a la seguridad del clima, la proximidad con la unidad de los medios de transporte, etc.  Entretanto tendríamos que hacer algo y ese algo fue prepararnos para sacar nuestro carnet de bicicleta.  Cuentos, observación de láminas de señales, videos sobre circulación vial, comentario de normas de seguridad, paseos para observar el tráfico, las señales, los pasos, etc, la visita del municipal, etc pueden ser algunas de las actividades previas en las que detectemos los conocimientos previos, motivemos, realicemos actividades de desarrollo y profundización hasta la llegada del día esperado.

            Esa mañana hay un pequeño torbellino de mamás, bicicletas y niños/as que confluyen en el patio.  Hemos acotado algunos espacios para que las bicicletas queden aparcadas por grupos, contamos con la colaboración de padres y madres que cooperarán a la preparación y desarrollo de la actividad y contamos con la visita del municipal que viene a hacernos algunas preguntas sobre lo que hemos aprendido.  Todos y todas estamos nerviosos,  nos espera un día muy diferente.  En asamblea recibimos a nuestro amigo Paco (policía local) que nos habla de su trabajo y de lo importante que es tener cuidado para que no se produzcan accidentes.  Después nos pregunta algunas de las señales que hemos trabajado y de las normas y conductas que hemos aprendido.  Pero todo esto es poco si lo comparamos con el momento de coger la bici.

            Los papás y mamás han preparado un circuito en el patio.  Lo han pintado con tiza, han puesto señales con picas y otros materiales y actúan como peatones.  Nuestro municipal detiene el tráfico en algunos momentos y observa el comportamiento que tenemos conduciendo nuestra bici.  La mayoría conduce con su casco, guardando distintas normas.

            El final será feliz.  Nuestro amigo municipal nos repartirá un precioso permiso para conducir bicicletas que podremos colgar del manillar de nuestra bicicleta.  Cada año tendremos que renovar este permiso, mientras estemos en Educación Infantil.  Después quizá recordemos que hubo un momento en nuestra educación en que dedicamos tiempo y esfuerzo a aprender a desenvolvernos en el mundo.



 JORGE SÁNCHEZ DE PUERTA REY.

1 comentario:

  1. No lo recuerdo yo así... han pasado ya diez años desde que hicimos por primera vez esta actividad, pero lo que yo recuerdo es, tal y como se hacía antes (yo ahora no trabajaba así, sino por proyectos) una planificación a primeros de septiembre, cuando aún no había ni entrado el alumnado a las aulas. En esta planificación establecíamos las actividades a realizar durante el curso: visita al centro médico, visita a un comercio, talleres de otoño, "día de la mascota", visita a la biblioteca, visita a una granja, el "día de la bicicleta", etc.
    Eran actividades programadas pero motivadoras, o al menos, así sabíamos hacerlas. En concreto ésta de la bicicleta la hacíamos coincidiendo con el tema que habla de la calle, invitábamos a un policía local para que nos mostrara su uniforme y nos hablase de las señales de tráfico y normas de circulación, mostrábamos bits, narrábamos los "rotacuentos gigantes" que nos envió la DGT, y al final del día se hacía el circuito en bici que las familias habían pintado en el patio.
    Todo muy motivador.

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